Resumiendo: Una ciudad en decadencia que antaño fue el Eldorado de EEUU en cuanto a lo que se refiere a automoción.
DETROIT
La ciudad del estrecho, así fue bautizada por el oficial
Antoine de la Mothe Cadillac cuando llegó en 1701. Pero no sería éste el único
nombre que perduraría en el tiempo ya que años más tarde hubo una rebelión por
parte de los indios, con el jefe Pontiac a la cabeza.
En el siglo XIX comenzó a prosperar pero fue a principios
del XX cuando realmente se transformó en uno de los estados más prolíferos de
Estados Unidos. Esto se debió a su industrialización , permitida principalmente
por la entonces reciente automoción. Y es que fue ahí donde se juntó todo. El
Ford modelo T nació allí y con él, el interés por los vehículos a motor. De
hecho, se convirtió en la capital de la automoción gracias a nombres como Dodge
y Chrysler entre otros. Motorcity o ciudad del motor, pasó a denominarse y
creció a un ritmo vertiginoso. Chevrolet se sumó al grupo de General Motors. La
época dorada de la automoción en Estados Unidos había empezado.
A principios del siglo XX el famoso modelo T se vendía a un
precio sólo apto para personas de alto nivel adquisitivo, pero gracias al
invento de la producción en cadena, ese precio descendió y por fin, se creó una
clase media que podía adquirir un coche como ese. Su competente más directo era
el consorcio General Motors que englobaba marcas como Dodge, Plymouth,
Cadillac, Buick o Chevrolet entre otras. A lo largo de los años estas firmas
conocieron un altísimo crecimiento debido al boom económico de pre y posguerra.
La gasolina era barata y el sector automovilístico se convirtió en el primero
en importancia en el país. Por desgracia en 1973, en plena época de Muscle cars,
la crisis petrolífera cambió el esquema y empezaron a importarse coches
japoneses. Más tarde los europeos también aterrizaron allí.
Estados Unidos siempre ha sido un icono automovilístico y
Detroit su sede principal, pero hoy en día la ciudad del motor está
recuperándose de las heridas que han dejado la crisis de años pasados, mientras
económicamente ha conocido un esplendor que ahora se ha convertido en desastre
para sus ciudadanos.
Una entrada extensa y muy bien escrita que demuestra mucho conocimiento del mundo del motor. Felicidades
ResponderEliminarYo sobre todo, quiero aprovechar que conozco a Héctor y decirle a todo el mundo que es una magnífica persona y un extraordinario experto en temas de coches. Quienes sabemos de sus limitaciones somos unos fans de él, porque es una muestra de un gran espíritu de lucha y superación.
ResponderEliminarEn estas fechas en que sé que lo está pasando particularmente mal, quiero desearle lo mejor del mundo y que 2013 sea el año de la superación de sus problemas.
Yo, aunque no lo conozco personalmente, sigo el blog y entiendo que es un tío que merece la pena. Feliz año 2013 (creo que hablo en nombre de muchos de los que te leemos)
ResponderEliminarBuenas tardes a todos los seguidores del Blog de Hector, hace unos tres meses que lo descubrí y todas las semanas entro para leer el artículo de prensa o la entrada, me parecen muy didacticos y entretenidos de leer, yo desde mi ordenador le quiero transmitir que continue escribiendo del modo que lo hace, ya que mucha gente anónima esta pendiente de él, y eso no es tan facil de conseguir. Un saludo para todos
ResponderEliminarMe uno a los comentarios anteriores. Es un buen blog y derrocha humanidad
ResponderEliminarYo también. Feliz Navidad, Héctor ( y a todos los lectores)
ResponderEliminarFelices Fiestas
ResponderEliminarQue sean muy felices. ¡Ah, y el mundo no se acaba, falta que yo me case y para eso faltan tres meses!
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