Pero bueno, se veía venir. Lo que más me ha gustado han sido los cameos y el homenaje final a Paul Walker.
No digo más por el tema spoilers, así que cambio de tercio:
Bueno, no del todo porque seguimos con los coches. En este caso he querido escribir sobre el Audi R8 aprovechando que se ha desvelado la segunda generación de éste y que tuve la suerte de conducir uno ( primera generación obviamente ) en Montmeló. Siempre recordaré la aceleración tan brutal de ese "cacharro", 3,5 en el 0-100km/h, eso sí que cortaba la respiración.
Si tuviera que elegir un supercar, ese estaría entre mis favoritos.
Os dejo con el artículo y a ver qué se me ocurre para el próximo:
AUDI R8
De todos los
supercars que he probado, me quedaría con uno: el Audi R8 V10 de la primera
generación. Fue en Montmeló donde tuve
la ocasión de sentarme a sus mandos y llegar a exprimirlo hasta el punto de
fastidiar las vueltas que le tocaban a mi compañero por haberle dado demasiada
"caña". Aparte de ese pequeño incidente mecánico ( nada grave, pero
no se podía pasar de 4000 vueltas durante un tiempo ), todo lo demás fue una
maravilla: frenada poderosa, agarre ejemplar, pero sobre todo, una aceleración
que daba miedo. Y es que 3,5 segundos de 0-100 es muy poco tiempo para asimilar
la velocidad a la que vas.
Anécdotas
aparte, en Ginebra se ha podido ver la nueva generación del R8, que, aunque
algo continuista en cuanto a aspecto exterior, mejora en todo, teniendo en
cuenta que parte de la base del Lamborghini Huracán. Ya no hay ni V8 ni cambio
manual. Aun así el V10 atmosférico puede producir 540 o 610 cv de fuerza
máxima, dependiendo de la versión que escojamos. Cuenta incluso con el ACT, es
decir, la desactivación de cilindros. Si no se requiere, este sistema puede
hacer funcionar el motor con la mitad de cilindros. El interior era muy
funcional y lo sigue siendo, ahora con la pantalla TFT que ha traído el TT, y
detalles como el botón de arranque en el volante. La conducción ha ganado en
precisión. El reparto de la fuerza no es el típico de los demás
"quattro" pues en principio se puede tratar como un tracción
posterior. En el caso de perder motricidad, las ruedas de delante harán su
trabajo. Poco a poco iremos sabiendo más detalles de esta máquina. De momento
podemos contentarnos con una edición limitada llamada LMX que tiene como
peculiaridad los faros Matrix y algo más de potencia que el V10 Plus de 550cv.
Por cierto,
habrá también versión híbrida en el futuro ( cómo no ). El R8 se sitúa ya en el
círculo de deportivos puros como el Honda NSX o el McLaren 650S, por no citar
su primo-hermano el Huracán.
El Audi R8 es una pasada pero me han hablado mal de la frenada ¿Como la notaste?
ResponderEliminaruffff! la frenada en principio era buena, hice una prueba de esquivar conos frenando a tope y no recuerdo demasiada distancia de detención. Supongo que después de dar las vueltas al circuito sería diferente.
ResponderEliminarqué bueno!!
ResponderEliminar¡Qué chulada, tío! Como debió molar....
ResponderEliminarHéctor: ¿Es cierto que el R8 es más dócil en la conducción que el Porsche 911? ¿Qué opinas?
ResponderEliminarA ver, yo te puedo decir que el 997 Turbo ha sido el coche más completo que he conducido. Me explico:
ResponderEliminarHace tiempo que lo pude pilotar unas vueltas en el Jarama y mi sensación fue inmejorable: Muchísimo empuje y se notaba mucho el tirón del turbo. Aun así no era demasiado radical como el Gallardo o el F430 pero son cosas muy diferentes. Que recuerde, el R8 (que tampoco pude probar sin controles), era más brusco a pesar de ser atmosférico y el ritmo por vuelta no me dejó comprobar cómo es al límite. Por eso te digo que esos coches hay que probarlos bien y ver su comportamiento, frenada, aceleración, en curva, etc. Ahora mismo es que ya no me acuerdo muy bien, sólo sé que en el R8 flipé con la aceleración.