DRIFT, DRIFT, DRIFT

Joder, el drift es alucinante. Siento empezar con esa explosividad pero es que cada vez que voy a un curso de éstos vuelvo con una sonrisa de oreja a oreja ( aunque en el vídeo esté con cara de concentración, y es que no era para menos pues este deporte exige mucha atención), la adrenalina, el subidón, el sudor incluso por llevar mono, casco,y otro equipamiento. Lo primero es eso: equiparse. Hay que llevar mono, botas , guantes y casco. Luego los arneses son imprescindibles para evitar los balanceos dentro del coche que pueden llegar a doler. Motor encendido y......... en marcha. Esta vez me tocó el mismo instructor: José Ramón. Al conocerme, me dio total libertad para ir yo sólo dándole caña poco a poco. Llegamos al acuerdo de que todas las técnicas eran válidas salvo el freno de mano que está reservado a los coches menos potentes ( el 130i gris llevaba unos 300cv). Salgo petardeando y empiezo demasiado fuerte. Al menos hice muy pocos trompos pues recordaba el circuito y el contravolanteo fue muy natural. El único problema fue que de entrar con el coche en la curvas demasiado rápido, éste subviraba, lo cual se traducía en un temblor total en el interior que molestaba y el coche se abría demasiado hacia afuera, y había que frenar para no salirse. Por mala suerte la primera ronda no se grabó y encima hubo un pequeño problema con el BMW que hizo que tuviéramos que reemplazarlo por otro.
El monitor vino con un 130i rojo de serie (265cv), y de nuevo a la pista. Ésta vez si que fue todo a pedir de boca. Las curvas salían mejor y el contravolante también. Mucho más natural. Ahí la cámara estaba situada en el capó, con lo cual no se veía todo el humo que salía de las ruedas de atrás, que era mucho, fe de ello son algunas de las imágenes de fuera, que reflejan muy bien cómo me dejé las gomas allí. Ya era la cuarta tanda y quedaba poco tiempo, pero salí cometiendo el error de ir , de nuevo, demasiado lanzado en las curvas. Eso sí, estaba empeñado en hacer el círculo. Y estuve a punto. De hecho llegué a hacer tres cuartos, pero me dejé el pie demasiado tiempo en el acelerador e hice un trompo. Lástima. Salió tanto humo que tuve que esperar unos segundos hasta poder ver de nuevo el asfalto. Ahí terminó el evento. Una experiencia muy satisfactoria y, aunque no sea el rey del drift, cada pequeño derrape es un gran logro, y cuanto más largo y bonito, más orgulloso te sientes de ti mismo. 

Animo a toda la gente que me sigue a realizar algún curso de estos o unas tandas, ya que aunque agotan si se hace demasiado tiempo, la recompensa es muy grande.

Yo soy un conductor más de Grip que de Drift, pero éste último es más emocionante.



El artículo de esta semana lo publicaré la que viene, para dar un descanso entre este y aquél.
Por cierto, los vídeos que se grabaron, se hará una recopilación, como ya sabeis, por la productora de Kaos Productions en breve y se subirá al Youtube.