TRABAJANDO

Vaya, quería inaugurar la nueva web con las 150 000 visitas pero llevo un poco de retraso y es que pasar de un blog de publicación semanal a una página web con 5 apartados y que practicamente llevo yo sólo cuesta, y mucho.

De todas formas cuando esté lista yo aviso. Aun así, el blog sigue activo y pasará a servir de encuesta y para poner los artículos del periódico que sigo escribiendo en él.

Poco más, esto tiene buena pinta y ya lo veréis, ahora la primera pregunta- encuesta:

¿ Qué preferís, el patadón de los motores turbo, o la subida de vueltas de un atmosférico ?

Escribid en comentarios que se haga esto más dinámico.

Y ahora el artículo:

                                                   EMOCIONES

El mundo se divide en dos tipos de persona :

Están los que usan el coche como un mero instrumento de transporte y los que disfrutan de ese artilugio considerándolo algo más.

Y es que hay mucha gente del primer grupo, pero afortunadamente también del segundo. Yo diría que hay un mundo formado alrededor del automovilismo, también del motociclismo, que se consideraría por encima del simple gusto por los coches. De ahí aparecen sentimientos que no son “racionales” pensando que estamos hablando de objetos al fin y al cabo. El ser humano está concebido para sentir una serie de emociones por naturaleza tanto positivas ( alegría, placer, satisfacción ), como negativas ( tristeza, melancolía, dolor),etc. Pero hay gente que “ama” los coches. Estamos ,(yo también me considero del clan), a un nivel superior. Incluso se habla de que el propio coche tiene alma. Hay una simbiosis entre máquina y hombre , hay una relación mutua que por ejemplo está muy bien reflejada en la película 60 segundos, cuando Nicolas Cage “ coge prestado” el Shelby GT500 y habla con “ ella” para conectar y que no hubiera problemas. Y esa es otra, los franceses hablan del coche en femenino (la voiture) y en la citada película se les pone nombre de mujer a los deportivos. Hay gente que asegura querer más al coche que a su pareja. Por último está la pasión por los coches. Eso se lleva dentro, es algo con lo que naces y vas desarrollando con los años. Desde pequeño ya juegas con miniaturas, las coleccionas, te interesas por los modelos, hasta que eres adolescente y ya deseas tener los 18 años para tener el carné y en cuanto compras tu primer coche, es algo especial. El olor a nuevo, la pintura impecable, tener las llaves en la mano y pensar en conducirlo, todo eso es algo que provoca una serie de emociones hacia el vehículo que pasa a ser tu compañero o, incluso algo más.

Espero que muchos de vosotros, lectores, sintáis estos síntomas y sigamos, entre todos, erigiendo el mundo del motor muy arriba.