COCHES RC

A muchos, nos viene la pasión por los coches desde muyyyyy pequeños. En mi caso, por ejemplo, ocurrió algo así:
A los dos años me veía una y otra y otra vez el rally Suecia-Montecarlo de 1988. Lo he visto tantas veces (aquel vídeo en formato BETA) que aún recuerdo el Renault 11, el Lancia delta Integrale,etc.
Mis padres me compraban miniaturas de la marca Majorette, desaparecidas hoy.  Luego pasaron a ser Burago, incluso monté mi propia maqueta de un Viper.

En el tema del radiocontrol, he tenido tambíen algún que otro coche, pero lo dejé hace tiempo. Mucha gente invierte su tiempo en las carreras RC y "tunean" los coches como si fueran de verdad.

La verdad es que es un hobby que, aunque no sea muy barato precisamente, es lo que hay, a no ser que seas un jeque árabe.

                                                COCHES A ESCALA

¿ Qué pasa cuando sólo tienes ocho años y te apasionan los coches?

Tienes tres opciones: Comprarte la PS3 con el juego Gran Turismo y tener el garaje de Jay Leno, coleccionar maquetas a escala 1:10, 1:18,etc. O bien meterte en el mundo del RC (Radio Control). Si no tienes mucho espacio libre o conoces alguna explanada donde darle caña a los pequeños bólidos, quédate en casa consiguiendo coches o montando réplicas. Esto último también depende de la paciencia que uno tenga. Si eres paciente y te gusta que la maqueta tenga tu estilo propio, perfecto. Si no, cómprala ya hecha. Hay gente que colecciona miniaturas y tiene miles. Ah, y sin olvidarse del Scalextric, que también es una afición con muchos seguidores. ¿ Cómo algo tan simple divierte tanto? Ver dos coches dando vueltas a un óvalo resulta muy entretenido.

Volviendo al RC, hay dos cosas a tener en cuenta:

¿Qué queremos en cuanto a aspecto? ¿Un buggy, un monster truck o un coche de asfalto?

Y segundo,¿ Gasolina o eléctrico (batería)?

También se tiene en cuenta si es para competir o sólo diversión. A un coche eléctrico, la batería se le acaba antes de que nos demos cuenta y cada vez va a menos. Uno de gasolina perdura más. En general también corre más. Algunos alcanzan sin problemas los 80 km/h. Las radios se vuelven más sofisticadas y el mantenimiento y la mecánica también. A veces se llega a tal punto que hay que cambiar neumáticos, diferencial, vamos, como uno real. Los japoneses por ejemplo, están tan obsesionados con el drift que algunos imitan esta técnica.

Los precios de estas máquinas oscilan entre los 200 hasta los 800 euros.