Y también tengo que admitir que el juego NFS ha influido mucho en mi vida. Empecé con la segunda entrega y era mi referencia como juego de coches hasta el Gran Turismo 3 de PS2. Lo tenía en PC y me pasaba horas en el tercero escapando de la policía y yendo a toda velocidad. De simulador tiene muy poco pero es muy entretenido. Se intentó dar un giro hacia el realismo con las dos entregas de Shift pero año tras año no falta a su cita con la espectacularidad por bandera y una historia muy larga a sus espaldas.
He escrito dos partes sobre el juego y la película que, aunque no haya visto aún, ya comentaré la semana que viene.
NEED FOR
SPEED (1ª Parte)
Como muchos
sabréis, el día 4 de abril se estrena la película Need For Speed aquí en
España. No puedo hacer crítica del filme (porque aún no la he visto), pero
tampoco puedo hacerlo sin antes mencionar su origen, es decir, la gran saga de
videojuegos en la que se basa y cuyo nombre da título.
Como
seguidor de los videojuegos de coches, tengo que reconocer que Need for Speed
ha marcado un antes y un después en mi vida y en la de mucha gente pues son ya
20 años los que tiene la serie. Todo fue, allá por 1994, obra de Electronic
Arts ,o EA, en su sede de Vancouver ( Canadá ), cuando se inició el proyecto de
un videojuego de carreras de coches deportivos que se lanzó en PC, Playstation
y Sega Saturn. El objetivo principal era circular por carreteras cerradas a
toda velocidad y como tema que posteriormente daría paso a la gran mayoría de
secuelas, escapar de la policía. El juego tuvo gancho y al año siguiente
apareció una segunda entrega que a su vez se dividió en dos ( la principal y la
versión especial). Ahí fue donde me enganché. Era tremendamente divertido. El
hecho de ir con un McLaren F1 a 380km/h por diversos circuitos chocando con el
tráfico o incluso algo más llamativo como coger un tiranosaurio y derribar las
señales de tráfico a toda velocidad daba ya a entender que no se trataba de un
juego serio en absoluto, sino más bien un juego arcade para divertirse. La
tercera entrega, llamada Hot Pursuit dio mucho de qué hablar pues lo más importante
era conseguir que no nos pusieran una cantidad de multas determinada por el
número de vueltas la policía de cada circuito ( todos representaban la
geografía americana) o a la inversa, poner un cupo de multas y/o detener a los
infractores con métodos como la famosa banda de pinchos. Éste fue el primer NFS
que vino traducido al castellano e inició la guerra de las tarjetas gráficas en
los ordenadores. Eso fue en 1998. El año siguiente, y ya empezó a ser norma el
lanzar uno por año, un especie de remake titulado Road Challenge innovaba con
un sistema de daños un tanto peculiar y con novedades como el poder pedir un
helicóptero de apoyo. Hubo incluso una
versión ( NFS Motorcity Online) que no salió de EEEUU y se basaba en las
partidas de red en PC. Poco después un intento "medio serio" de hacer
un buen juego haciendo honor a una marca mítica dio lugar al NFS Porsche
Unleashed. Los gráficos eran espectaculares y la cantidad de coches muy alta.
Ni arcade ni simulador, se quedó en un término medio.