coches para siempre

¡ ¡FELIZ AÑO A TODO EL MUNDO! !

viernes, 17 de noviembre de 2017

¡¡¡¡ DE VUELTA...... DE FERRARI LAND TAMBIÉN !!!

Bueno bueno bueno, ya era hora de que supierais de mí, desaparecí entre las sombras como aquel que dice y la verdad es que he pasado por una etapa muy extraña que me ha dejado durante un tiempo fuera de juego a partir de las últimas semanas de octubre aunque poco a poco he ido recuperando algunas actividades habituales (como el canal) y demás relacionadas con la automoción que al fin y al cabo es lo que se viene a tratar aquí. 
Creedme los que sigáis el canal de Youtube que aunque parezca que no, se me notan algunos cambios.

Y como echaba de menos contaros historias de coches, escribir algunas tonterías y soltar mucha tralla "against" los eléctricos y esa involución mundial de la que hablaba, no podía continuar mucho más tiempo sin teclear algunas palabras en el blog, así que aquí estoy.

Me escapé. Lo admito, me largué sin avisar y eso está mu mal.
PEEEEEEEEEEEEEEERO ahora os puedo contar mi viaje a Ferrari Land del pasado fin de semana con todo lujo de detalles. ¡¡¡¡Y FOTOS!!!!

Aquí es cuando empiezo y tengo muuuucho que describir así que puede que me lleve un tiempo.


El caso es que tenía pendiente irme de viaje a Tarragona y visitar Ferrari Land desde hacía tiempo. Desde que oí hablar del parque de hecho. Nada como poder disfrutar de un "trip" (en el sentido kilométrico) de menos de 5 horas en coche para cambiar de aires y experimentar nuevas sensaciones y emociones a bordo de atracciones y actividades sin igual. Esto no tiene precio. Bueno, sí, el de las entradas (70 euros/persona los 2 días), la estancia, el peaje y la gasolina (he agradecido mucho la desconexión de cilindros ACT del León que ha dejado el consumo en menos de 4 litros la media).


El caso es que tenía que ir sí o sí. Y pese al atraso de última hora, el viernes 10 salí de Murcia con mi amigo Mario camino de Vila-Seca, un pueblo cercano a Salou pero situado más en el interior. Aun así está a 10 minutos o menos de Port Aventura en coche.

Como a nadie le interesa cómo dormí en el hotel o la llegada y demás historias salto al sábado por la mañana.

Era una mañana fría de noviembre............
Sí, hacía ya un frío de cojones y eso es algo que personalmente soporto bien poco. Menos casi que el hecho de que los híbridos se salgan con la suya porque es un hecho inevitable. En invierno hace frío, vaya descubrimiento. Por otro lado veo el tema de los híbridos también algo inalterable y difícil de asumir pero es así y me tengo que aguantar. 






Pues eso, a las 10 en punto abrían las entradas a Ferrari Land y Port Aventura, así que estábamos haciendo cola un poco antes posteriormente al chequeo de bolsa "antiterrorista". Sí, te miraban las mochilas por si llevabas armas o bombas...

Al ser Halloween (más tiempo del que debiera pero así son los parques temáticos) todo estaba decorado al respecto y la ambientación daba una impresión de mezcla de diversión y cachondeo con sustos que al día siguiente (y ese mismo también) pudimos comprobar en Port Aventura 👻. Pero Ferrari Land obviamente no estaba plagado de arañas gigantes y de hecho lo único un tanto lúgubre y espectral era el hecho de estar casi vacío. Éramos tan pocos que al final nos conocíamos de vernos pasar de un lado a otro.

Mejor, más por cabeza como se dice, digo más tiempo para nosotros. Después de atravesar una entrada en color rojo pasión con formas aerodinámicas y terminaciones futuristas me detengo en la primera plaza, donde analizo el lugar y los destinos cercanos para hacer un plan de ruta. Resulta que lo primero que divisas es, a tu derecha conforme entras, un restaurante llamado Pit Lane (muy apropiado), a tu izquierda la Store (más cara que el copón) y enfrente cae ante ti un grupo de gente histérica después de hacer un picado desde unos cuantos metros de altura en la Red Force. A ver, tan cerca no estaba, pero si no lo ves tienes problemas serios de visión. Por si acaso, el sonido del altavoz te guía, y los gritos...






Así que sin saber porqué nos vamos directos a la acción más salvaje que he podido experimentar en años (y eso que casi me quemo vivo con el escape del GTR, difícil de olvidar...). No exagero, lo primero es esa sensación de seguridad que tienes una vez que has visto en Internet que esta atracción dura escasos 20 segundos, aceleras, haces un looping subiendo, caes y se acabó. Eso no es nada, que me devuelvan el dinero...
Sí, ya, ¡me lo cuentas después de subir!

Es increíble, esa sensación torna totalmente la contraria cuando empiezas a subir con el cuerpo aplastado por la presión y las fuerzas G de aceleración y la física de Newton mientras luchas por poder girar el cuello hacia arriba para ver lo que te espera, pero no tengas prisa, durante unos 3 segundos puedes divisar el horizonte y el precioso paisaje de la costa tarraconense a la vez que "intentas" realizar que vas a caer en picado como quien no quiere la cosa unos cuantos metros a toda velocidad volviendo a ser aplastado cual masa de plastilina. Pero tranquilo, son segundos y poco después estás bajo techo, queriendo bajar para ir un segundo al baño...

No, a ver, exagero. 
Siendo sincero sí es verdad que esperaba más de lo que pensaba en una primera instancia, antes de subir, claro. Creía que la Red Force se quedaría tan corta que necesitaría ir a Shambala (Port Aventura) al final del día. Pero no, como decía, la seguridad se vuelve inseguridad por el hecho, en mi caso, de no gustarme, pero NADA, despegar del suelo, y menos aún ir en un aparato controlado por un ordenador o máquina que no depende de mí. Ahí se juntó eso y la sensación de "flotar" en el aire, esa holgura entre el asiento y la caída libre que desconcierta. Reconozco que no me gusta subir y prefiero la idea de caer y estrellarme contra el suelo como un huevo esclafado pero sí que me encanta la aceleración y cuanto más bestia mejor. Por mí como si acelerara de 0 a 1000 en 10 segundos, eso sí, a ras de suelo siempre. Pero realmente es la sensación de peligro la que me hace repetir. Aquí y en cualquier situación. ¿¿¿No os ha pasado a ninguno, que cuando habéis estado a punto de pegárosla con el coche por tomar una curva 3 veces más rápido de lo normal y no ha sido así o casi os caéis por un precipicio derrapando habéis pensado: "¡¡¡¡Hostia qué guapo, otra, otra!!!!" ???
Vale puede que sea el único y es extraño, pero a mí me sucede, cuando he tenido una sensación de adrenalina así, no he pensado ni sentido el miedo racional de "me podía haber matado", sino que se me dibuja una sonrisa y quiero volver a sentirlo.
Así acabé subiendo 2 veces más al Red Force, casi seguidas. también es verdad que no hay que abusar de la capacidad digestiva de uno, no vaya a ser que eches la pizza...

He empezado por el plato más fuerte, pero es que fue así, empezamos por Red Force y aquello caló hondo. Pero había más, mucho más por hacer.


Y mientras pensaba donde ir después de repente cinco actores disfrazados de época se dirigían a "la plaza del pueblo". 



Y es que en parte, en el parque se quería recrear parte del paisaje arquitectónico italiano o más bien, de algunas de las zonas más emblemáticas que puedas asociar con el nombre de Ferrari o su creador Enzo como su mismísima choza en Maranello u otras de estilo románico, gótico o incluso precedentes como el mismísimo Coliseo. Un poco mezcla de todo, lo cual vi bastante pobre pues además se trataba de 4 edificios en total como aquel que dice. Bueno, pues doncellas y espadachines con pelucas bailaban y actuaban con música de fondo. Muy interesante...



El simulador virtual de pilotaje de Fórmula 1 me llamó más la atención, si bien es verdad que la chica vestida de arlequín estaba tremenda y después descubrí que también actuaba con los "globetrotters" en la zona de acrobacias y camas elásticas, pero no nos desviemos del tema, el simulador era al fin y al cabo un Assetto Corsa pero metido en un monoplaza (parecía una bañera) y con tres pantallas delante. 

Era puramente competitivo y te podías enfrentar a 7 personas más, lo cual añadía interés pese a no poder subir a un podio o ganar un trofeo al final de la carrera.
Ah, y 10 minutos no dan para las 7 vueltas. Comprobado, cualquiera que vaya y se siente en el cockpit creyendo lo contrario que lo vea en vivo, por muy bueno que seas no terminas la carrera. Y más si te chocan... qué gente más mala....😜

El caso es que le di un repaso al chaval y casi me ficha la mismísima Scuderia, jajaja.😎

Después de la sesión de videojuego hay que hacer algo al aire libre. Así que dando un paseo dimos con mi amiga arlequín que estaba junto a otras bailarinas y unos tíos que saltaban haciendo mortales en el aire que temías por sus cuellos tanto como por el tuyo en la Red Force mientras sufrías 1,3 G de fuerza. 
BMX y piruetas con balones, no estuvo nada mal.

Pero aquí estamos en conmemoración a Ferrari y su sueño, no a los "backstreet boys" y las "pussycat dolls" así que como el museo Ferrari estaba abierto no nos quedaba otra que entrar y descubrir al doble de "Il Commendatore" contándonos sus experiencias y batallitas en plan "abuelete" antes de dar paso a un tour al rededor del mundo contemplando tremendos escenarios junto a modelos míticos de la marca. Después de un par de pasillos con fotos y otros artículos relacionados con los coches italianos, nos metemos en otra atracción bajo advertencia de una azafata virtual que nos recuerda la prohibición de hacer fotos, etc. (¡¡¡¡¡¡¡¡¡NO PUDE GRABAR EN LA RED FORCE!!!!!!!!!!) y advierte a los que no les agrada volar que no están en el lugar adecuado, lo cual me preocupa. 
Le digo a Mario: ¿¿¿Dónde me has metido??? 

Pero no pasa nada porque lo único en relación a una montaña rusa es el cinturón de seguridad en el asiento. Una butaca como de cine, pues realmente se trata de una película en la que, en pantalla enorme, se refleja un viaje a través de distintos emplazamientos reales como la Plaza Roja de Moscú, la Muralla China o la Estatua de la Libertad en NY mientras vuelas y CASI tocas un F40, un 250 GTO, La Ferrari y otros circulando por carreteras que no esperabas que existieran. Además todo acompañado por una ráfaga de gotas de agua de vez en cuando para intensificar la sensación de realidad. Muy bonito, épico, intenso, emotivo. Salí llorando y no es coña!



Al otro lado, en el mismo edificio está la sala en la que tres modelos te esperan girando sobre sí mismos: un 125 S, un 166 Inter Superleggera  y finalmente un especie de 599 verde....¡¡¡Híbrido!!! 😭
Le pregunté a la chica de "staff", que era muy simpática, si me podía subir a alguno pero no. Lástima, me hubiera gustado llevarme ese 125 S rojo de recuerdo...



En vez de eso busqué algo en la Store "asequible", lo cual acabó en misión imposible vistos los precios desorbitados y esperables de una marca de tanto talante. Una gorra al menos........¡ Qué va!

¡Ah! He olvidado la comida.

Hay un restaurante, ese típico restaurante italiano que esperas en un parque temático con manteles a cuadros y camareros italianos. Bueno, eran catalanes, pero me alegró mucho la dedicación que tuvieron y la verdad es que comí de lujo. Una pizza, claro.

Visita al baño, y seguimos, pero hay que obviar las atracciones duras, por el tema gástrico. Así que Red Force y Thrill Towers descartadas de momento.

¿Porqué no un poco de cachondeo abordo de unos F430 de juguete? 
Eran trastos eléctricos que pillaban 16 km/h, pero no terminé de ver el sentido de meterte en un coche de feria cual DK en el Mario Kart, enlatado como no he estado nunca, luchando por mover un volante que a pesar de los esfuerzos que hagas y los grados que lo gires, no va a cambiar el rumbo del guiado del vehículo. Me explico: Es como ir en un coche de Scalextric, con un raíl en medio del cual no te puedes desprender. 
"P´a eso no hago ná" pensé. 
Menos mal que era gratis y no había cola.



En la Thrill Tower ya había algo de cola. había llegado el momento, era ahora o nunca. Entre otras cosas porque eran ya las 16 y cerraban Ferrari Land a las 17 😩. De las dos torres o cilindros como los veía yo, quería subir al pistón que sólo bajaba de golpe, nada de subir y bajar, no quiero tiempos de compresión ni puntos muertos superiores. Aunque en parte era inevitable, para caer tienes que subir y ya sabéis que eso a mí............. ¡como que no!
Me dio tiempo a rezar en varias religiones hasta llegar a ese PMS (punto muerto superior) y mirar de reojo el paisaje de nuevo precioso de la zona de Salou. Pero a nada más pues me pilló de sorpresa el momento de la caída así que no pude ni reaccionar.

Poco más recuerdo ahora mismo, sólo que no fue igual que mi sensación en la Red Force. Y por eso hubo que volver. A por la tercera y última. Y esta vez en primera fila, ¡a lo bestia!

¡No comment!

Después de tantas sensaciones y tan variadas nos teníamos que tomar un descanso antes de abandonar el parque por obligación (eran las 17). Pero he de decir que me lo he pasado como nunca y que me sentía como un niño en un parque de atracciones (buen símil). Una experiencia inolvidable como se dice, pasé de fotos-recuerdo de allí que costaban un ojo de la cara, pero por suerte he podido traer éstas que veis. 



Evidentemente por muchas fotos y palabras que hayáis leído no os podéis hacer una idea in situ de lo que significó ese viaje para mí y los buenos momentos que tuve, bien a bordo del transbordador espacial ese conocido como Red Force, en el viaje alrededor del mundo acompañado de Ferraris míticos, como el propio entorno, gracias a la magnífica gente que había, el contexto geográfico y la representación.

Quiero decir desde aquí y con toda sinceridad:

Muchas gracias por la experiencia. 
Y también a mi amigo Mario por acompañarme y sufrirme como niño que parecía yendo de un sitio a otro con esa ilusión tan infantil.
Gracias a la gente del parque y de Tarragona, espero volver pronto: ¡Adeu!


Posiblemente, no, seguramente haya dejado algún detalle por el camino, no es posible contar todo como entenderéis.Os aconsejo que os escapéis y vayáis. La temporada de Halloween ha terminado pero hay poca gente y merece la pena visitar ambos parques (Port y Ferrari) además de alguna de las ciudades o pueblos de Tarragona.

Y p´a terminar, un vídeo en Red Force, disfrutad de él pues no se puede grabar ni con GO PRO en esta atracción ahora. 😢

cuidado con las palomas!!!

10 comentarios:

  1. ���������������������������
    Experiencia increíble la vivida ��
    Y perfectamente narrada amigo ��
    Un fin de semana estupendo ��
    Recomendable 100% ��
    Hasta la próxima Ferrari land �� ��

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    1. Fue una gran experiencia, yo quiero repetir, a ver si amplían como dijeron allí y hacen más red forces jajaja.

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  2. Molaaaaaa. Tengo que ir jajajajaja

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    1. Sí Juan Luis, es una cosa pendiente. Yo, aunque sea ir a Tarragona a algo similar me apunto, me gustó también el ambiente y tal por ahí.

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  3. Joder, que explicación más apasionada, dan ganas de ir mañana mismo. Debe ser fantástico, pero yo no sé si sabría parar y bajarme. Una experiencia fantástica y es un placer que vuelvas a escribir, en serio.

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  4. ¡Eh tío, que estábamos esperando y tú de juerga en Catalargo, digo Cataluña jajajaja

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    1. Jajaj, los días que dejé de escribir no estaba precisamente de juerga y necesitaba un viaje de desconexión la verdad, espero que no vuelva a pasar.

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  5. Muy chulo el relato, Héctor! 👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻

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    1. Gracias Irene! Voy a dejarlo una semana más hasta que se recuperen un poco las visitas, pero ya estoy preparando el siguiente.

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