SALÓN DE GINEBRA 2017

Pensaba poner de título "Pagani Huayra" pero como está en boca de todos el reciente salón de Ginebra, aprovecho y hago como siempre, capto más atención 😎.

Aun así es verdad que ayer por la tarde me pasé un rato por allí después de fregar los platos pues me dije a mí mismo:
"no tengo nada que hacer, me echo un viajecito mientras duermo la siesta en un Serie 5 G30 (ah, no, sólo es conducción semi-autónoma) aprovechando que ahí no tengo a mis maravillosos vecinos corta-rollos, y a eso de las 16 he llegado a la ciudad preparado, cámaras en mano, para deleitarme con el nuevo McLaren 720S, el Ferrari 812 Superfast u otros pepinos como el Dacia Logan MCV Stepway". PERO NO,
Me dirijo directamente y como una flecha al stand de Pagani donde me espera (es una expresión) mi amado y deseadísimo Huayra en su versión libre de techo, el Huayra Roadster.

Con la palpitación en el corazón diciéndome que estoy en un estado de embriaguez sentimental, mis sentidos se agudizan como cuando un perro levanta las orejas al detectar un sonido familiar.

La vista me dice que no hay cosa más preciosa en el mundo (y está fijada en el coche, eh, no en la azafata que reposa sobre él, aunque, ahora que lo pienso...), que su encanto reside en un 80% en su bella carrocería diseñada bajo un pincel que redondea unas líneas y unos ángulos basados prácticamente en la aerodinámica y el efecto de ésta sobre una máquina de 1280kg.

Por cierto, ¿he dicho ya que el Huayra es mi coche favorito ahora (con permiso del gran 550 Maranello)? ¿No? pues parecía obvio así que continúo con el deleite de sensaciones:

El tacto me acerca a pasos agigantados hacia la carrocería gritando en silencio la voluntad de una conexión física entre la yema de mis dedos y la pintura que refleja con claridad la luz de los focos y demás objetos alrededor. Esa sensación es muy de película 60 segundos cuando Eleanor y Memphis hablan antes del robo, pero para mí y para muchos de vosotros es algo real aunque casi místico, es como acariciar una piel sedosa y pasear la mano por todos los rincones suavemente haciéndote con las formas y recorridos del coche.

El olfato me invita a entrar dentro del habitáculo y disfrutar de ese olor característico a coche nuevo tan preciado, impoluto, los asientos de cuero beige me reciben con una comodidad similar a la del sofá eléctrico con masaje de 2000 dolares que se compra Homer en un capítulo de Los Simpsons, y mis manos van directas al volante. Oh, qué volante, parece el de una nave espacial, al igual que muchas otras cualidades del coche, y definitivamente me hago con la posición de conducción ideal (asientos bajos,jeje) demasiado fácil, como si estuviera preparado para mí específicamente.
Sensación de gloria y de superioridad incluso, como la de esos esnobs del conce de coches de lujo (por no poner un nombre en concreto que me encantaría) que te miran por encima del hombro, así que dejo de fliparme y paso a los detalles que me encantan del salpicadero. Ese salpicadero y yo estamos hechos el uno para el otro, la consola central es de otro mundo. En conjunto con el volante recuerda a una película cualquiera de época futura donde las naves espaciales recorren la vía láctea en busca de combustible. Para mí, este diseño es en una palabra "perfecto". Me siento cómodo no, atrapado por una esfera de lujo y toques casi surrealistas que me hacen imaginar que vuelo. Y casi, porque miro hacia arriba y puedo discernir el techo de la exposición. 
Estoy en la versión descapotable, no puedo pedir más, ahora imagino mi melena al viento paseando por la Toscana italiana un día de verano.... (bueno, melena....). Abandono la cabina en éxtasis y ahora puedo oler la mezcla de gasolina y goma quemada expulsada por cuatro salidas de escape que convergen en el centro de la parte trasera y de unos neumáticos Pirelli P ZERO CORSA intentando controlar la fuerza y empuje del monstruoso V12 6.0 biturbo que desarrolla 764cv a 6200rpm y más de 1000NM desde 2400rpm!! Eso sí catapulta hacia el espacio. Sí o si.

Llegado este momento entra en juego el oído. Se deleita con un estruendo producido por el motor con la ignición. RUMMMMM, el ralentí es casi tan placentero como el ruido de los turbos soplando a 7000 rpm. Es agudo y muy fuerte, casi destroza los tímpanos, pero merece la pena escuchar un motor así de vez en cuando.
También oigo palabras provenientes de colegas periodistas que me hacen pensar que no se trata de ningún juguete caro. Las cifras y datos hablan por sí solos:

Menos de 3 segundos para pasar de 0 a 100km/h y una velocidad máxima de 386km/h hacen que se posicione entre la "crème de la crème" en el mundillo de los hypercars.

Y finalmente el gusto, el gusto más bien por tener un coche tan bello y exclusivo, un coche que muy poca gente puede tener ya que 100 unidades y a 3 millones de euros con impuestos cada una tienen ya nombre y apellidos. Ese es el único sentido que finalmente no tiene oportunidad de participar pero de repente y de entre la nada aparece Horacio Pagani en persona, me toca en el hombro y en voz baja las siguientes palabras salen de su boca: " Amigo, te puedes quedar esta unidad, en serio, quiero que la tengas tú antes de que Dwayne Johnson me pida otra."

Y mis sentidos se disparan, me pongo blanco y me desmayo.

Aprovecho para despertarme del sueño y descubrir que en realidad estoy en mi casa fregando y que el olor que me ha tumbado es el de la lejía, que huele a un vinagre asqueroso..

Dura vuelta a la realidad, menos mal que podemos seguir soñando con estas cosas:

pagani huayra en esencia

Pues con estas palabras tan sabias me despido hasta la siguiente entrada, ¡¡A disfrutar!!